16 jul 2011

Fantasías desatinadas

Hay fantasías que son eso... fantasías, que nunca te atreverías a llevar al mundo real. Aun así, hay algunas que por ejemplo, por el cansancio del día, por el alcohol en las venas y por imaginarlas entre la vigilia y el sueño, llegan a bordar el desatino.
Esta que les cuento es una de ellas...

Mi ama y yo conocimos una pareja, con la que pronto entablamos confianza y una inesperada complicidad.
En una noche de bares, surgió el tema del sexo, y ellos demostrando su espíritu liberal no ponían reparos en contar cómo se divertían en sus juegos de cama. Debido a las similitudes no fue difícil que ambas parejas al final acabaran confesando sus respectivos roles. Curiosamente, en su pareja, él era el amo, y ella su dulce sirvienta.
El amo, alto y de buen porte, junto con mi dueña decidieron aprovecharse de la situación y darse un buen festín a nuestra costa. Un día, en nuestra casa, justo como habían planeado empezaron a besarse apasionadamente. Tras haberse desnudado ellos, nos ordenaron que lo hiciéramos nosotros, y que nos pusiéramos de rodillas al borde de la cama a contemplar la función.
La esclava, de rasgos suaves y redondos pechos llamaba mi atención, y mi Ama, a pesar de tener centrada su atención en otros menesteres lo percibió.
Mi Ama entonces me regañó diciendo que era un perro cachondo, que era todavía más bajo que la zorra de la esclava de su nuevo compañero de cama y que me pusiera a lamerle el culo a la zorra para ponerme en mi lugar...

Y así, entre sueños, acabé fantanseando que le comía el culo a la esclava que estaba besándole los pies al hombre con el que estaba disfrutando mi Ama.

Bueno... pese a todo, he leído relatos eróticos más disparatados.

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