13 ago 2011

Puppy

Me gusta tener dueña y que me digan lo que tengo que hacer sin tener ni voz ni voto.
No me importa nada estar en el suelo, al lado de mi Ama esperando órdenes.
En ocasiones con decir, 'sube', 'baja', 'allí', o 'túmbate', es suficiente para comunicarse conmigo.
Si mi ama viene a colocarme una correa, también acabo levantando el rabo.
Si me deja, me encanta olisquear su trasero y su entrepierna por fuera de su pantalón.
Hay pocas cosas tan tentadoras para mí como abrazarme a sus piernas mientras ella descansa y atrevidamente intentar rozarme un poco.

Muchas veces Ama me llama perrito, y la verdad que tiene toda la razón.


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