(Basado en hechos reales)
Pongamos una tarde de domingo, así como a las 08:00 PM en la que entro a la cocina, abro una botella y me sirvo una copa de vino mientras me dispongo a mimarme/le preparando alguna de mis especialidades para cenar. Mientras, él se entretiene con sus 90 minutos de futbolistas que hacen cosas con balones por televisión.
(¿Qué? ¿Que eso no es nada femdom? Bueno, pero el partido es ahora, a mi no me interesa y no tengo nada mejor que hacer... seamos prácticos señores.)
Cenamos, recojemos y de vuelta al sofá, donde me tumbo y de forma tan cómoda como natural quedan mis pies apoyados en su regazo, él no aparta la vista del partido, pero inmediatamente acaricia mis pies y los masajea con mucho mimo. La botella de vino está por acabarse y tenemos los dos esa tontería divertida de después de un par de copas.
(¿A que ya os gusta más?)
Acaba el vino y el partido, dejamos puesta en la caja tonta cualquier comedia de domingo noche que haya, pero ya los mimos y las risas son los protagonistas de la velada. Apagamos y nos preparamos para irnos a la cama.

Así, sin grandes teatros, ni juegos, ni órdenes o sumisión explícita. Yo me duermo rendida y satisfecha y él contento, a la espera de que yo me acuerde pronto de que lleva ya una semana sin correrse...
(Próximamente: ¿Cómo es una mañana cualquiera en una relación D/S?
Para mi eso es un sueño utópico.....
ResponderEliminarEsperando impaciente la contuniación, jaja
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