El tacto de un albornoz abandonando tu cuerpo.
La visión de un hombre atado a un sillón.
El olor a cuero que desprende tu lencería.
La firmeza de su miembro erecto entre los dedos.
El escozor en la palma de la mano que produce una bofetada.
La sensación de excitación, deseo, control, placer.
El sonido de una respiración que se acelera, ¿La tuya? ¿La suya?
La certeza de que llegarás al éxtasis, al orgasmo y mucho más allá.
El estruendo de un sillón volcado hacia atrás.
El grito contenido de la mezcla entre el miedo y la lujuria.
El cosquilleo de sus labios y su lengua recorriendo los dedos de tus pies.
El escalofrío que recorre por completo tu espalda, tus muslos, tu vientre.
El restallar de un látigo y de una súplica "Más fuerte por favor, Ama"
El sonido de tu propia risa. Un látigo cae al suelo.
El sabor a sal de su piel entre tus labios, tus dientes.
El gusto ferroso y salado de la sangre.
Feliz 24/07
Lo del sillon volcado..maravilloso fetiche al menos para mi...
ResponderEliminarCierto, a mi me da un escalofrío cuando veo una escena así en los interrogatorios de las películas... ains
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