7 jun 2011
Low Battery
Hay días en los que te sientes repleta y llena de energía. Días en los que lo que más te apetece es ser reina y dueña de la cama. Y toda esa energía la descargas en él, le sometes y dominas como si el alma te fuera en ello, y si tienes que darle, lo harás con fuerza, con autoridad. Esos días eres su diosa, su reina del sexo, su dueña y él es tu rendido y sumiso esclavo.
Hay otros días, en los que las energías las has perdido por el camino, y cuando llegas a la cama; todo lo que deseas es dejar que te mimen y te conforten. Días en los que dejas que sea él quien se desviva en cuidados hacia ti. Esos días eres su amada, su princesa, su niña y él es tu entregado y atento sirviente.
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muy cierto. lo suscribo.
ResponderEliminarMe gusta esa dualidad de la que hablas. En ambas la adoración está presente.
ResponderEliminarUn saludos a los dos.
Y el milagro es que ellos son tan maravillosos que lo adivinan y saben cuando toca zapatilla o cuando toca masaje...son un sol.
ResponderEliminarEs increible la energía psíquica que se invierte en dominar...sobre todo cuando lo haces desde el corazón, normal q algunos dias la fusta pese demasiado y deseemos hacernos un ovillito
Uff, a veces no es tan facil para nosostros saber el estado en que llega nuestra ama y necesitamos su inestimable ayuda.
ResponderEliminarYo particularmente disfruto de las dos facetas.
Un saludo
En cualquier tipo de relación es enriquecedor que hayan varias facetas, me ha gustado mucho el post.
ResponderEliminarlavacamejor, me imagino que a veces debe ser agotador, por eso pienso que el sumiso no debe de ser totalmente pasivo, debe de inspirar a la dominante....