No es lo mismo decirlo que hacerlo, ni desearlo que sentirlo.
No es lo mismo escribir de femdom en la soledad de tu habitación, que hacerlo tras el primer orgasmo de la tarde y con un hombre a tus pies, decidido a lamerlos, besarlos y masajearlos como se merecen.
No es lo mismo pedir que ordenar.
No es lo mismo estar con un hombre en la cama y que te diga "Chúpamela, zorra" a que te diga "Porfavor, utilízeme mi Diosa, úseme".
Y ahora, en una tontuna tarde de viernes, con varias horas por delante para hacer realidad mis fantasías más perversas, para lamer, desear, tentar, dominar, someter y forzar... se me ocurre mucho más que decir y que escribir que en otras... que curioso.
Pero ahora, si me disculpáis... tengo una autoridad que aprovechar, un intenso placer que disfrutar...
Y un machote al que someter.
Te doy toda la razón. Del deseo a la realidad a veces hay un trecho. Os felicito por vuestra relación. Lo importante es que los dos os sintáis a gusto.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Un trecho grande, sobre todo cuando el deseo corre más deprisa ;)
ResponderEliminar